VAGO COMO YO SOLO

Los tres Bankieros de la travesía.

Pues, ya esta, otra Carlos V terminada con éxito y con esta ya van 28 para el club y 12 para mi.

En el año 2000 realice mi primera Carlos V y quien me iba a decir que la repetiría tantas veces, después de jurarme a mí mismo que no la repetiría jamás, esto de la estupidez humana no tiene explicación, hacer 12 veces la misma ruta, en el mismo sentido, haciendo las mismas paradas para comer, en fin todas muy parecidas. Pero esta ruta tiene algo de especial desde hace años no solo hago la travesía si no que participo activamente en ella, concretamente yo suelo estar por el control del collado de las yeguas, haciendo lo que se me encomiende ya sea pinchar  números con el boli pinch o ayudar a tirar de la camilla. Sigo haciendo esta travesía porque me gusta, me  gusta el ambiente de camaradería que hay, la fiesta, los disfraces, el monte y posiblemente también sea porque soy vago como yo solo y prefiero hacer la travesía en dos días en vez de en uno, pero bueno esto que quede entre nosotros.

Esta edición a pesar de que ya van muchas aún nos trae cosas nuevas e inesperadas, como por ejemplo las primeras nieves del año, el domingo los que pasamos la noche repartidos por los distintos controles pudimos disfrutarla, pero no solo nos trae cosas buenas también nos trae algún susto que otro, como la gente que desaparece un rato y luego aparece, las torceduras de tobillos y demás desmanes, pero por lo general de poca importancia, otra cosa nueva que todos los años cambia son los disfraces, pese a que ya el concurso de disfraces no se realiza hay un selecto grupo de la organización que nos seguimos disfrazando y este año entre los 500 participantes de la travesía estaban los principales directivos de Bankia y uno de los pingüinos de Madagascar, también esta edición a recuperado el obsequio que se dio en la primera travesía que fue un diploma, por cierto yo sigo pensando que la mejor opción es la que yo propuse “y por el culo te la inco” (no penséis mal que esto solo lo entienden los que estuvieron presente en la reunión en la que se decidió el texto del diploma)

Tras esta típica, ya solo queda calentar la voz e ir ensayando esos villancicos y esperar a que nieve para poner ese fantástico belén.